El técnico califica el partido como “el más feliz de la temporada” por el “carácter y la personalidad” de su plantilla. Elogios para Isco y Hazard
Marcelo se marchó del césped del Martínez Valero negando con la cabeza y sin explicarse por qué Figuerola Vázquez le había mostrado la tarjeta roja. Su enfado creció cuando de esa misma jugada nació el gol del Elche que ponía al Real Madrid el duelo y el pase a cuartos de final muy cuesta arriba. Nunca antes había ganado una eliminatoria en la que hubiera recibido un gol en la prórroga.
La amargura le llevó a confesarle a Carlo Ancelotti en el vestuario que no había tocado a Tete Morente. «Yo no he visto la repetición y era una jugada complicada para el árbitro, pero tengo que creer a mi capitán. Y él dice que no le tocó», explicó el italiano. La justificación de Marcelo ante su ‘jefe’ sonaba a acto de contrición para borrar el pecado que podía manchar un partido muy completo del brasileño.
«Marcelo ha cumplido en todos los sentidos. Ha sido muy peligroso junto a Vinicius y solo ha tenido un problema en defensa en el primer balón largo del partido. Puedo contar con él, sin duda», sentenció el técnico. Y es sin duda la sociedad brasileña fue arma de ataque que sostuvo al Real Madrid en el duelo hasta la prórroga, cuando afloraron las razones que llevaron a Ancelotti a reconocer que el de anoche fue «el partido más feliz de la temporada».